miércoles, 24 de noviembre de 2010

ALGO MÁS SOBRE LA VIOLENCIA DEL TIEMPO

Nueva edición de La violencia del tiempo




Dom, 14/11/2010

Escritor Miguel Gutiérrez sobre nueva edición de La violencia del tiempo. Libro apareció en 1991, mal editado y hasta mutilado en pasajes que se consideraban lesivos a Miguel Grau.
Pedro Escribano
–Tenemos una nueva edición de La violencia del tiempo, ¿es como tú la querías?
–Sí, claro... primero, porque está publicada en un solo tomo. Es una novela única y su publicación en tres o dos tomos incide de alguna manera en la lectura. Ahora, en un solo volumen reafirma su carácter de obra única.  Por otro lado, es importante subrayar que se haya restablecido el texto original. Tú sabes la situación que vivía el país en el momento en que apareció La violencia…, en 1991. De modo que le entregué a mi buen amigo editor Carlos Milla Batres un original, pero que no tenía las últimas correcciones ni añadidos que yo había hecho. Milla Trabajó con ese original y ahí surgió una serie de problemas. Por ejemplo, para referirme al más simple: todos los capítulos estaban subdivididos solo en dos, pero Milla rompió con el diseño al subdividir o fragmentar los capítulos en más; así, uno de estos capítulos apareció con siete subcapítulos. Otra cosa, yo había hecho una serie de subrayados tipográficos que no fueron tomados en cuenta. Otra alegría es que se restableció el texto original. Todos saben la realidad que vivía el país y de alguna manera se vieron involucrados en esta situación. Yo no fui la excepción. Por lo tanto, no pude participar en las pruebas. Yo no tuve el libro hasta el final, hasta cuando estaba editado. Cuando lo vi salté hasta el techo. No era mi libro. Alguien me dijo, no importa, Miguel, lo importante es que haya salido. Ya llegará el momento en que se publique tal como realmente es. Han pasado 20 años para que eso ocurra.
–La polémica fue por las alusiones a Miguel Grau. ¿Cómo ocurrió?
–Una mañana me llama Carlos Milla y me dice que está muy preocupado porque allí hay un texto sobre Grau. Miguel, me dijo, yo no puedo publicarlo así, de modo que te sugiero, te ruego, que reescribas ese texto. Bien sabes que soy extranjero, si yo publico ese texto tal como está sobre Grau, la Marina de guerra puede considerarlo lesivo al héroe, y es capaz de ponerme una bomba o de hacer que me expulsen del país. Probablemente exageraba, aunque por la situación que vivía el Perú no estaba tan desatinado. Yo me negué a reescribirlo porque lo que dije sobre la infancia de Grau era verdad y de ninguna manera infamaba su memoria. Así que le dije: hagamos lo siguiente, deja el texto en blanco y quedará como testimonio de la realidad que vive el país. Y así salió publicado.
–¿Pero eso fue autocensura o realmente había una presión de la Marina?
–No, creo que fue autocensura, por temor, pero un temor que tenía cierto fundamento. Milla tenía un flanco vulnerable por ser extranjero.
–El texto censurado refería la infancia de Miguel Grau…
–Repito: el texto censurado por mi editor no era de manera alguna lesiva a Grau, no tenía por qué serlo. El texto abordaba la infancia de Grau, que era un niño marginado, repudiado, tanto que no se le permitía ingresar a la casa por la puerta grande, sino por la de la servidumbre. Su madre se había casado varias veces y quizá por esos infiernos conyugales terminó por detestar al niño. Según la biografía de Grau, a los 12 años ingresa a la Marina mercante. Fue su refugio.
–Se dice que la familia de Grau era tratante de chinos culíes también.
–Pero eso no estaba en mi libro. Esa objeción hizo la Marina a una biografía sobre Grau. Pero igual, eso tampoco es culpa de Grau. La Marina no debe escandalizarse, al contrario, de esa situación pantanosa surge la gran figura que es. Sí, mi texto aludía a la marginación de la que fue víctima Miguel Grau en los años de su niñez. Y esto no era lesivo al héroe.
–¿En esta novela se puede decir que tú eres un escritor balzaciano?
–Mira, creo que cuando se leyó por primera vez La violencia del tiempo, debido a las circunstancias que vivía el país y por razones ideológicas, fue de manera unilateral. Una lectura muy ideologizada, tal vez guiada por la forma de pensar que se le atribuía al autor. Creo que en ese entonces se habló de realismo social. Mi novela es realista, pero también metarrealista, conjuga lo mágico, lo mítico, lo onírico, lo demencial, pero asimismo tiene una estética que se puede decir social. Ahora espero que la novela se lea con más libertad, con una mente más abierta, otro aspecto que no se tuvo en cuenta fue su dimensión lúdica. Tiene diversos tonos y registros y  si bien pasajes serios, graves, también los hay irreverentes y jocosos.
–¿Afirmas que era una lectura guiada por la ideología del autor? ¿Qué más no se vio en la novela?
–Esta novela es de aprendizaje porque Martín Villar se busca a sí mismo para asumir su identidad. Martín también está aprendiendo a escribir novelas. Es un pichón de novelista, él mismo lo dice. Martín, que tiene 23 años, aspira escribir una novela en la que se cristalice toda la tradición novelística. Hay ecos de Dostowieski,  Tolstoi, Proust, Joyce, Faulkner y, por cierto, de Balzac. Y quiere sacarle todo el jugo al género novelesco. Pero al mismo tiempo esta novela rinde homenaje a los grandes escritores de la novela latinoamericana, como Carpentier, Guimaraes Rosa, Borges o Rulfo. Como ves Martín Villar por esos años estaba completamente loco.
–¿El Perú es un país de rencores?
–El rencor tiene que ver con la condición humana. Como individuos todos estamos expuestos a la pasión del rencor. Pero hay rencores que tienen un origen en la historia de los países. Y en el Perú, por su formación histórica, por el colonialismo, el atraso, las desigualdades sociales, por la exclusión racial,  sobran motivos para que los rencores sean una parte del ser de los peruanos.
Perfil
El escritor. Nació en Piura en 1940. Estudió en la Universidad Mayor de San Marcos. Se graduó con una tesis sobre Todas las sangres, de Arguedas. Ha publicado, entre otras novelas El viejo saurio se retira, Hombres de camino, Poderes secretos, Confesiones de Tamara Fiol, Babel, el paraíso. La nueva edición de La violencia del tiempo es de Alfaguara.
Tema de la guerra y el mercado
–¿Por el tema y por las circunstancias que vivía el Perú, no tuviste que llegar hasta los años de Sendero?
–Hubiera escrito otra novela. Por lo demás los sucesos eran demasiado recientes y me hubiera faltado la necesaria perspectiva novelística. Pero estoy trabajando en ese terrible tema.
–Una pregunta al crítico, ¿qué opinión te merece, cómo se está abordando la violencia de estos años a través de la narrativa?
-Escribí un ensayo sobre la narrativa de la guerra en el Perú. Y se han escrito algunos libros valiosos. Pero también se están dando novelas en las que la guerra interna es tema exclusivamente literario y se le aborda porque puede tener demanda en el mercado del libro. Pienso que todavía deben pasar algunos años para que surjan grandes novelas, que no sean ni apología ni sólo denuncia.   
–¿Qué libro se viene?
–He terminado Una pasión americana y está muy avanzada Se busca a Kymper que junto con Confesiones de Tamara Fiol y Carta de Deyanira Urribarri tiene como trasfondo la guerra de Sendero.

sábado, 13 de noviembre de 2010

CUENTO




LA MALLA OSCURA


…y entonces mi señorita anel vinió y con su voz ronca me dijo despierta marcelita levántate ya es tarde y me jaló de mi mano pero yo no quise levantarme porque quería que me des otro beso aquí en mi mejiya y también porque quería ver tu cara pero mi señorita anel se puso muy seria y me dijo qué dormilona eres chiquita mira qué tarde es a qué hora vamos a llegar al penal y me jaló de nuevo bien fuerte y entonces me desperté y me puse triste triste porque el beso que me habías dado era puro sueño y también lo que me habías llevado en micro a mi colegio y también mi señorita anel era puro sueño porque era mi mamá la que me jalaba de veras para que me levante y tome mi quaquer y las dos venir a verte y entonces ella viendo mi cara me dijo discúlpame hijita que soy muy tosca y yo le dije no mami no estoy llorando porque me jalaste sino por otra cosa y entonces le conté mi sueño que había tenido y que tú me habías dado un beso como siempre te pedía y tú no puedes darme nunca y también le conté que yo te había mirado tu cara pero tú no tenías cara o sea sí tenías pero yo no podía verte porque la malla oscura te tapaba y entonces mi mamá abrió sus brazos así mira… y dijo qué tormento para una criatura y no sé qué más dijo porque en ese ratito la vecina américa que tiene su teléfono tocó nuestra puerta toc-toc toc-toc y dijo señora melania la llaman urgente por teléfono y mi mamá dijo quién será tan temprano ojalá no haya pasado nada malo y salió muy preocupada y más luego regresó muy contenta con su pecho que subía y bajaba así mira… y abrió sus ojos así mira… y también sus brazos y yo corrí y nos abrazamos fuerte pero yo no sabía por qué nos abrazabamos y por eso le pregunté mami por qué estamos muy contentas y ella dijo ay hijita te acuerdas la otra noche cuando te dije voy a ayudar a tu tía carmela porque ella tiene unos problemas en su casa te acuerdas y yo le dije sí mami y me dejates con la vecina américa y mi mamá dijo exacto pero la verdad es que fuimos con tu tía y los demás familiares a ayudar a tu papá y a los compañeros en el penal así dijo y que ahora mi tía carmela le había dicho por teléfono que por fin se había roto no sé qué que era cerrado… ah sí régimen cerrado así dijo mi mamá y me abrazó de vuelta y dijo ay qué alegría te das cuenta hijita por fin vas a ver a tu papá qué alegría pero yo no comprendía nada y por eso le pregunté mami qué régimen cerrado se ha rompido y mi mamá se riyó un poquito así como tú que te has reyido ahora y me dijo no se dice rompido se dice roto y me explicó que ahora la visita ya no iba a ser por locuterio como antes y yo le pregunté mami qué es locuterio y ella se riyó de nuevo un poquito y me dijo no se dice locuterio se dice locutorio y yo le pregunté qué es mami y ella dijo es cuando vamos al penal a ver a tu papá y los policías nos encierran en el cuarto oscuro y feo con hartas mallas de fierro y por el otro lado encierran igual a tu papá y no podemos verlo ni tocarlo eso es locutorio hija y entonces entendí todito todito y recordé esa vez que yo era más chiquita todavía y quise ver tu cara y me subí al asiento de cemento que hay para sentarse y miré y miré por los huecos de la malla pero no vi nada porque todo estaba oscuro oscuro y entonces metí mi dedo para alcanzarte y no te alcancé nada porque mi dedo era muy chiquitito y grité prendan la luz prendan la luz para ver a mi papá y un policía que estaba parado atrás y yo no lo había visto dijo silencio silencio o se acaba la visita y las señoras que también estaban de visita le contestaron oiga vaya a gritar a su casa la criatura quiere ver a su papá o acaso usted no tiene hijos y el policía se calló y le dio vergüenza y ya no dijo nada y entonces grité más fuerte para que me acaricies en mi cara con tu mano y mi mamá me miró y no sé cómo sus ojos tenían una luz en la oscuridad y tú desde atrás me dijites marcela escúchame escúchame pero yo no te hice caso y jalé la malla con toda mi fuerza que tenía pero no la moví nada porque era muy dura y comencé a llorar juerte pero ahí nomás me callé porque mi mamá me dijo marcela acuérdate de nuestra promesa y era cierto porque una vez nos prometimos para no llorar nunca para no darles gusto a los hombres negros con pistola que te trajeron a la cárcel cuando mi mamá todavía me tenía en su barriga y por eso me callé y también porque tú siempre me dices que una promesa se cumple pero mis lágrimas no me hicieron caso y se cayeron solitas por mi cara desde mis ojos hasta el piso y tú de seguro adivinates porque me hablates desde atrás con tu voz que se escuchaba diferente hijita ten paciencia te prometo que pronto vamos a echar abajo estos fierros te acuerdas sí… yo también y cuando me prometites me contenté un montón igualito que me contenté denantes cuando mi mamá me dijo que había cayido ese régimen que era cerrado pero yo no sabía cómo había cayido y por eso le pregunté para que me cuente pero ella dijo en el camino te cuento hija ahora mejor alistamos nuestras cosas para ir donde tu papá y yo le hice caso y nos alistamos rápido rápido riyéndonos muy contentas y salimos a la esquina con la canasta donde hemos trayido tu comida y ahí nomás vino el micro y mi mamá dijo ay qué suerte ahí viene el micro que maneja el vecino serafín él nos va a llevar gratis y no se equivocaba porque el vecino serafín paró su micro muy contento y me dijo hola marcela sube sube pero qué contenta te ves por algo será y yo le dije es que voy a ver a mi papá porque la visita ya es directa y el vecino dijo bravo bravo ya era tiempo caracho por qué tanto odio con esos hombres y diciendo así bajó su voz para que no le escuchen las señoras que estaban sentadas atrás y le preguntó a mi mamá cómo fue vecina melania cuénteme porque en la tele escuchamos que los presos habían tomado yanamayo y castrocastro y estuvimos preocupados con la familia sí y mi mamá también bajó la voz y le dijo sí vecino imagínese fueron cuatro días de pelea porque los compañeros habían tomado los no sé qué… ah sí los pabellones sí así dijo mi mamá y habían subido a los techos con sus no sé qué… ah sí sus banderolas que eran bien grandes y sus pancartas y entonces yo quería decirle vecino serafín yo sé cómo es una pancarta porque una vez con mi mamá fuimos a no sé dónde que era una calle grande grande y en ahí caminamos con nuestra pancarta que era así de este tamañote sí y caminamos con la señora mela que ya es viejita y tiene su nieta y la señora rosita que tiene sus hijos y el tío miguel que tiene su triciclo y varios varios familiares y gritamos fuerte fuerte presos políticos libertad libertad y unos policías que nos miraban amargos dijeron estos son familia de terrucos y yo me amargué mucho porque yo sé que esa palabra es palabra sucia y les grité mentira mentira nosotros somos familiares de presos políticos así como tú me has enseñado muchas veces pero no sé si los policías me escucharon y entonces todo eso quería decirle al vecino serafín pero no le dije nada porque mi mamá le seguía contando sí vecino y fue muy bonito también la pelea porque los familiares apoyamos desde la puerta del penal gritando horas de horas hasta quedar roncas como usted se da cuenta así dijo tosiendo un poquito ojó ojó y que habían peleado duro con los policías porque ellos querían botarlos y habían armado sus no sé qué para dormir… ah sí carpas sí así dijo mi mamá y que había sido gracioso también en una parte porque los compañeros que son mis tíos que viven contigo no sé con qué chancaron y chancaron todo el día los fierros adentro y levantaron harto polvo que había subido al cielo y como nube había tapado todo el penal y que no sé quién que es el dueño del penal… ah sí el director que es un policía también había andado con su cara así mira… como un oso con dolor de barriga y bien agarrado su cabeza había dicho me destruyen mi penal carajo me destruyen mi penal hasta que después de cuatro días el fujimori había formado una comi no sé qué… ah sí comisión así dijo mi mamá al vecino serafín y también le dijo pero usted sabe cómo es el fujimori dice una cosa y hace otra y no podíamos confiarnos pero felizmente denantes una compañera me ha pasado la voz que la visita ya va a ser directa y que los compañeros van a tener más tiempo de patio imagínese después de diez años de encierro y el vecino escuchaba y escuchaba manejando el micro y moviendo su cabeza así… y así… hasta que llegamos y nos bajamos rápido con nuestra canasta y corrimos a hacer nuestra cola muy contentas igual que las otras señoras que también se reían y hacían su cola y peinaban a sus niños y cargaban sus paquetes y sus bolsas y conversaban con su voz que también estaban roncas y decían qué larga está la cola y el tiempo cómo corre hasta que ya entramos y mi mamá me dijo ahora puedes decirle a tu papá que lo quieres mucho y yo le dije mami cómo le voy a decir si nunca lo hey visto y mi mamá se calló y recién más ratito dijo no sé qué me ha entrado al ojo y se limpió con peache su ojo que de nuevo tenía su luz pero luego se sonriyó un poquito y me dijo anda tonta yo te voy a enseñar a tu papá apenas entremos al pabellón y ella no mentía porque cuando llegamos a esa puerta de fierro… mira allá… y entramos aquí al patio tú ya nos esperabas junto con varios varios que son mis tíos y ahí vinites muy contento hacia nosotras y mi mamá me dijo marcela saluda a tu papá pero yo no pude saludar nada porque mis lágrimas cayeron de mis ojos y no me dejaron hablar pero luego ya no lloré porque tú me alzaste para arriba muy alto con tus brazos y a las dos nos abrazaste y nos diste cariños y nos hicites muchas preguntas y nos dijites vamos un ratito parallá y fuimos los tres agarrados de la mano y en ahí donde antes dentrábamos para verte vimos toooda la malla oscura que estaba tirada con su pata para arriba y los fierros que eran como sus brazos que estaban torcidos para el rincón y los alambres que eran como su cabello todo en montonzotes por el suelo y viendo así yo abrí mi boca grande grande recuerdas… y me reyí un poquito he-jé he-jé tapándome la boca para que el policía no me vea y luego ya nos venimos a esta banca para sentarnos y entonces me dijites belleza siéntate aquí en mis rodillas y cuéntame todo y yo empecé a contarte… nada más.

15 de agosto de 2007
Víctor Hernández


viernes, 5 de noviembre de 2010

BOLETÍN Nº 5



El Grupo Literario Nueva Crónica ya puso en circulación su último boletín. Como ya se está haciendo costumbre, al parecer, es anual. Pues este último número corresponde al V año.
En sus páginas encontraremos un poema inédito de Marham, un artículo sobre el arte como instrumento político, un cuento de uno de nuestros integrantes y un poema de una prisionera política invitada.
Mención aparte y de manera especial queremos expresar nuestro agradecimiento al autor del dibujo de la portada de este número, nos referimos al gran maestro y uno, sino el mejor, de los mejores pintores y sobre todo retratistas del país.
El formato se mantiene y por primera vez se incluye una imagen en sus interiores, que a decir verdad, no estaba considerado en su diseño final, sino que resultó de un accidente que tuvo que superarse recurriendo al susodicho dibujo, que nos salvó de un error que hubiera sido imperdonable en su presentación final.

Como siempre esperamos las críticas necesarias.

lunes, 1 de noviembre de 2010

LA VIOLENCIA DEL TIEMPO



El último viernes tuvimos la opotunidad de asistir a la presentación, de la tercera edición, de una de las mayores novelas de la literatura peruana: La violencia del tiempo. Al parecer se trata de la versión definitiva y completa ya que las anteriores tenían vacíos que esperábamos. Es una buena ocasión para volver a leer esta novela, que en mi caso es necesaria, ya que la primera vez tuve una lectura accidentada y propia de los turbulentos años de su primera edición.  

Pero veamos que nos dice su autor en una entrevista que sobre este hecho literario circuló:


Miguel Gutiérrez reedita libro La violencia del tiempo con fragmentos inéditos

Miguel Gutiérrez 
Lima, oct. 29 (ANDINA). Tras dos décadas el escritor Miguel Gutiérrez reedita su libro La violencia del tiempo con fragmentos inéditos, hecho que le ha transportado a los recuerdos y cuya revisión le causo asombro.

¿Cómo se siente con la publicación de La violencia del tiempo casi veinte años después?
- Obviamente, me siento feliz porque las dos ediciones anteriores de mi novela estaban completamente agotadas. Pero sobre todo volver al texto después de tantos años me llenó de asombro y de recuerdos. Me he sentido transportado a los nueve años que duró su gestación y escritura en que el país pasaba por un momento terriblemente crítico de su historia. De modo que la escritura de mi libro se erigió en fortaleza de resistencia a los furores del tiempo en que murió gente de todas las trincheras, entre las que se encontraban seres caros a mi vida. Y además he sentido asombro al tomar conciencia por los poderes de la palabra y la imaginación que en esos años generosamente me concedió la vida.

¿Qué novedades trae esta tercera edición?
- En primer lugar, por primera vez La violencia del tiempo sale en un solo tomo acentuando su carácter de novela unitaria y única. Y lo que es más importante aún es que se ha restablecido el texto original mecanografiado. Como yo me hallaba casi jaqueado por las circunstancias, no pude participar en el proceso de corrección. Mi desaparecido amigo Carlos Milla Batres hizo lo que pudo al trabajar con unos originales que le faltaban las últimas correcciones y añadidos. Se ha restablecido la estructura de los capítulos y de los títulos de algunos de ellos. Y también se ha restituido un texto que mi editor se vio obligado a censurar ante la posibilidad de que se tome como lesivo a la memoria de un héroe de nuestra patria.

¿Cómo caracterizaría a esta novela como estructura artística?
- En uno de sus niveles es una novela de aprendizaje. Entre otras búsquedas para superar su conciencia infeliz Martín Villar (protagonista de la novela) decide escribir una novela sobre su linaje. Así inicia un aprendizaje de la escritura novelística. Y joven y pedante como es se propone una meta que lo supera: escribir una novela summa.

¿Qué significa este concepto?
- Una novela en que cristalice toda la tradición de la novela como género. Por eso se alude a los clásicos antiguos y a los grandes maestros de la novela, como Dostowieski, Tolstoy, Proust, Joyce, Faulkner. Asimismo hay ecos (a veces en tono paródico) de los grandes de la narrativa latinoamericana: Carpentier, Asturias, Borges, Guimaraes Rosa, Onetti, Rulfo... Y están presentes también nuestros clásicos como Alegría y Arguedas.

¿Cuál es la intención del personaje?
- El desmesurado Martín se propone componer una estructura narrativa con tópicos del realismo crítico, del realismo social, de la novela regionalista e indigenista, pero como un lenguaje moderno. Pretende escribir un libro que sea realista y metarrealista, épico y lúdico, serio, grave, pero también irreverente y jocoso. Como podrás advertirlo, por esos años Martín Villar estaba completamente loco.