miércoles, 22 de septiembre de 2010

CONOCIMIENTO, CIENCIA E IDEOLOGÍA

En el país vivimos un nuevo momento de lucha popular; el pueblo combate por sus derechos fundamentales y en medio de ella se prepara para las futuras jornadas por venir. A fin de servir al desarrollo de esta lucha, consideramos indispensable desenvolver la contienda ideológica en el terreno de la ciencia, asumiendo la concepción materialista dialéctica del proletariado, combatir el idealismo y la metafísica que se inmiscuyen en la ciencia, así como los cuestionamientos y confusión que difunden algunos desde las filas del pueblo. Las masas populares, para avanzar hacia el logro de sus objetivos, necesitan limpiar su mente de las telarañas que ha sembrado (y siembra) el imperialismo y la reacción, especialmente en los años noventa del siglo pasado y en los comienzos del presente, aprovechando el repliegue de la revolución en el mundo y en el Perú.
            Los maestros del proletariado nos enseñan que bregamos por conocer la realidad y encontrar las leyes que la rigen, para manejarlas y transformar la realidad. No es para contemplar o llevarla como una flor en el ojal. El conocimiento, la ciencia y la ideología los concebimos y empleamos como instrumentos de lucha a favor de los explotados y oprimidos, en función de su emancipación definitiva. Esta razón, queremos tratar aspectos sustanciales de estos temas.

Conocimiento y práctica social
            Los científicos burgueses presentan el proceso de la ciencia como una sucesión de descubrimientos, en el mejor de los casos, ligado a la experimentación científica, pero sin ninguna relación con la producción y la lucha de clases. ¿Es así en realidad? De acuerdo a la concepción materialista dialéctica, ¿cuál es la relación existente entre el conocimiento y la práctica social? Veamos:
            El hombre es el único ser que construye sus instrumentos para producir y transformar la naturaleza, y así satisface sus necesidades de sobrevivencia. El hombre es producto del trabajo. Además, esta actividad fundamental desde sus inicios es colectiva, es social; de ahí que el hombre es un ser eminentemente social.
            El hombre, en el curso de su actividad productiva va comprendiendo gradualmente los fenómenos, las propiedades y las leyes de la naturaleza. Por ejemplo, en los tiempos de la comunidad primitiva, el descubrimiento de la agricultura y de su relación con el terreno, el agua, el sol, impulsan las observaciones de fenómenos relacionados con éstos, como la lluvia, el trueno, etc., hasta llegar a las observaciones astronómicas, principalmente del Sol y la Luna, a los que da explicaciones sobrenaturales. Sin embargo, a través de un proceso largo, encuentra que el Sol tiene ciertos comportamientos regulares, así descubren el año de 365 días y las cuatro estaciones que se suceden en este periodo de tiempo, y determina cuál es la estación más propicia para la siembra; asimismo, cuales son los mejores terrenos y cual el manejo más adecuado de los elementos involucrados en esta actividad productiva, a fin de alcanzar los mejores resultados. Así avanza en el conocimiento de la naturaleza.  
            Por otro lado, a través de su actividad en la producción, los hombres también van conociendo determinadas relaciones entre ellos. Así, en la comunidad primitiva, las relaciones de cooperación les permitían sobrevivir en la dura lucha con la naturaleza; era la única posibilidad, ya que un hombre aislado terminaba de alimento de las fieras. Luego, con el surgimiento de la propiedad privada sobre los medios de producción y de las clases sociales, surge la lucha de clases, la lucha entre explotados y explotadores. De esta manera, al surgir las relaciones de explotación y a través de la práctica de la lucha de clases, los hombres van comprendiendo los fenómenos y leyes de la sociedad conforme a sus intereses de clase. Tomemos un ejemplo reciente del país: Cuando los campesinos amazónicos salen a protestar en Bagua contra una legislación que apunta a despojarles las tierras que los sustentan, lo hacen porque comprenden que dicha ley promulgada por el Estado es contraria a sus intereses; cuando las fuerzas policiales les reprimen, toman mayor consciencia de que éstas defienden a los de arriba; pero como resisten a la violencia del Estado, son apresados y enjuiciados por el Poder Judicial, y corroboran una vez más que esta institución está contra sus intereses; y cuando en medio de toda esta confrontación sale Alan García, cabeza el Estado, y los califica como ciudadanos de segunda categoría, que se oponen al “desarrollo”, comprenden con mayor nitidez el desprecio que éste siente por los pobres, y que está empeñado en despojarles de sus tierras para entregarlas a la voracidad de los monopolios imperialistas y de los grandes burgueses. También comprueban quiénes apoyan su lucha y quiénes lo condenan a través de la prensa y de todos los medios que les da el poder económico y político. De esta manera, en la práctica de la lucha de clases, van conociendo mejor el funcionamiento de la sociedad, del Estado y del aparato militar y burocrático que lo sustentan, y comprenden una vez más que con lucha correctamente dirigida se defienden y conquistan los derechos.
            Entonces, el conocimiento surge de la práctica social: de la lucha por la producción, de la lucha de clases y de la experimentación científica. Principalmente de la producción, porque esta es la actividad práctica más fundamental del hombre y la que determina sus demás actividades.

Desarrollo del conocimiento
           
            La producción se desarrolla paso a paso, de lo inferior a lo superior. Por ejemplo, si vemos los inicios de la agricultura, gracias a la labor de la mujer de la comunidad primitiva, y la comparamos con la agricultura capitalista altamente tecnificada, constatamos un  largo proceso en el que se ha profundizado el conocimiento de las propiedades y fenómenos que intervienen en la producción agrícola, descubriéndose leyes más amplias que permiten el manejo más eficiente de la tierra, del agua, de los fertilizantes y de todos los factores involucrados en este tipo de producción. De manera similar, al estudiar el proceso de la producción industrial, desde la artesanal en el esclavismo hasta la gran industria moderna del capitalismo, encontramos que el conocimiento marchó aparejado a dicho proceso de desarrollo, lo que implicó el surgimiento de nuevos campos de la ciencia, el mayor sometimiento de las fuerzas de la naturaleza, el empleo de máquinas más avanzadas cada vez, el desarrollo de los medios de comunicación, etc.; es decir, un conocimiento más profundo que dio al hombre una mayor capacidad de transformación de la naturaleza. Además, el proceso seguido por la producción también implicó el desarrollo del conocimiento de la sociedad, de las relaciones sociales, de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción, que avanzó de lo inferior a lo superior, de lo superficial a lo profundo.
            De los ejemplos señalados podemos concluir que el conocimiento que el hombre adquiere de la naturaleza, como de la sociedad, se desarrolla conforme al de la producción. Este proceso de conocimiento dio un grandioso salto cualitativo con el proletariado moderno, que surgió junto con la gran industria. Sintetizando 2500 años de conocimiento de la humanidad, alcanzó una comprensión global e histórica del desarrollo de la sociedad, encontró las leyes que rigen su transformación y desarrollo por saltos, y concretó la ciencia del marxismo, guía para su acción transformadora.

Walter Vargas Cárdenas

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